Sembrando la paz por medio de la comunicación
Cuando observamos los grandes desafíos por los que atraviesa el mundo y muchos se preguntan qué pueden hacer para contribuir a la paz, la comunicación es uno de los aspectos prioritarios a considerar.
Las palabras poseen un enorme poder, ya que según el uso que se les dé, pueden edificar o arruinar las relaciones interpersonales, nacionales e incluso internacionales. Todo, desde el principio de la Creación, se encuentra fundado en ellas.
Por eso es tan importante inspirar a cada persona, y en especial a aquellos profesionales que desarrollan su labor en los medios de comunicación, a reflexionar sobre este tema que también involucra una gran responsabilidad. Tanto en el presente, como para construir el futuro, es fundamental promover una comunicación positiva; y es vital sembrar hoy valores y principios espirituales universales, como la unidad en el bien.
Esa es la tarea que desde comienzos de 2019 asumió Fundación El Nombre y vemos con alegría que ha transcurrido un año más de su existencia, y que, pese al contexto de pandemia, sus proyectos se han fortalecido. Como por ejemplo “Palabras que edifican el alma”, campaña desarrollada en medios digitales destinada a motivar a que las personas utilicen en su vida cotidiana un lenguaje que contribuya a generar ambientes de armonía, ya sea en sus propias familias, como en sus trabajos.
De acuerdo con el diccionario, armonía es la unión y combinación de sonidos simultáneos y diferentes, pero acordes; es una bien concertada y grata variedad de ellos. Armonía también es entendida como amistad y buena correspondencia entre las personas. Y como fundación, tenemos el firme propósito de que, mediante palabras llenas de amabilidad, personas diferentes se pueden unir, en lugar de dividir; animar el alma de quienes les rodean, en lugar de destruir. Es la visión ecuménica que nos ha inspirado, es decir, sin distinciones políticas, religiosas, culturales ni sociales, pues creemos que para alcanzar un país equilibrado es urgente la colaboración de todos, incluyendo a los medios de comunicación, por ejemplo, incorporando contenidos positivos que den esperanza.
Esta tarea también ha tenido un correlato en el servicio a la sociedad que durante el año 2021 significó la puesta en marcha del proyecto de bibliotecas en establecimientos vulnerables y que se ha proyectado como una de nuestras líneas centrales para el año 2022. Pues una de las formas de alimentar el alma es mediante la lectura, actividad que es fundamental desde la primera infancia, para comprender la importancia de los valores.
Como institución tenemos una mirada Cristo céntrica, pues Jesús ha sido el comunicador más ejemplar que el mundo haya conocido, ya que sus palabras tuvieron un factor fundamental: el amor. Él expresaba la verdad en amor, no la verdad a secas. Y desde hace más de dos mil años nos ha infundido principios como el respeto hacia los demás, aquello que se puede lograr desde la empatía. Es así como podemos destacar algunas de sus palabras, que quedaron registradas en el evangelio según San Mateo (7:12): “Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes”. Una disposición que ha sido conocida en la historia como la regla de oro.
Si el mundo no tiene paz, podemos comenzar a lograrla con las palabras y actitudes en nuestro entorno.
Pilar Saldaña
Periodista
Cofundadora de Fundación El Nombre
